jueves, 19 de noviembre de 2009

Crónicas II...


West Virginia...1840

La crin marrón del caballo se movía con el viento, llevaba galopando cerca de una hora, por supuesto sus rodillas cedieron por el cansancio y cayó de bruces, el jinete voló por los aires y cayó al suelo.
" Maldición "dijo...
Se puso de pie, se acercó al caballo y le dió una patada en el hocico.
" Bueno, no importa,ya no me siguen... "
De uno de los costados del caballo colgaba un saco, el hombre tomó el cuchillo que tenía en una polaina y cortó la cuerda que lo sostenía, una sonrisa se dibujó en su rostro cuando el sol se reflejó en los cientos de monedas de oro que llenaban el saco.
" Supongo que tendré que caminar " pensó.
Se amarró el saco al cinto, se acomodó el sombrero y emprendió la caminata.

William Sanders era el ladrón mas famoso de toda Virgina, en cada comisaria del estado, había un cartel con su rostro, se ofrecían 50,000 monedas de oro por su captura vivo o muerto, muchos cazarecompensas habían tratado de hacerse con él, pero todos habían sufrido el mismo destino; una leyenda decía que la velocidad y precisión que William tenía con el revólver era sobrehumana, que había hecho un trato con el mismísimo Beelzebub para obtenerla.
Por supuesto, el hombre no era inmortal, era solo un hombre y tenía dos debilidades ampliamente reconocidas, el whisky, y las mujeres...

William dio el último trago al whisky, depositó unas monedas en la barra y salió de la taberna de Joe, tambaleándose se dirigió al prostíbulo mas cercano, ahí de entre un gran numero de mujerzuelas eligió a la que consideró la mas hermosa, una rubia de grandes senos.
La encargada del prostíbulo le informó que esa era una de las mujeres de más elevado precio, William estalló en una carcajada, obtuvo un puño de monedas de oro y se las arrojó en el rostro.
Aquella madame recogió las monedas y durante unos segundos escudriñó el rostro de William, entonces chasqueó los dedos y un pequeño se acercó.
" Lleva al señor a la mejor habitación disponible" le dijo " y ofréceles una botella de nuestro mejor whisky " la mujer le guiñó un ojo al pequeño.

El pequeño condujo a William y a la rubia a una gran habitación hermosamente decorada y salió, William se acostó con la mujer..., unos minutos después,el pequeño reapareció en el umbral de la puerta con una botella de whisky añejo, William se relamió los labios... el pequeño tomó dos vasos y sirvió, William brindó con la mujer y bebió todo de un trago, los labios de la mujer ni siquiera rozaron el borde del vaso. Los ojos de William empezaron a obscurecerse.

Cuando reaccionó, un hombre fornido con capucha estaba atándole una soga al cuello, estaba de pie sobre una plataforma con las manos atadas a la espalda y un contingente de personas delante de él gritaban de júbilo, miró hacia la derecha y de la comisaria salía aquella madame con un saco, el sheriff le agradecía plenamente.
Bajó la cabeza y se percató que su saco de monedas le había sido robado, frunció el ceño y escupió a sus pies.
El verdugo se acercó a él y William notó su peste a opio.
" Que dios se apiade de ti " le dijo al oído en voz baja.
Tiró de una palanca, por debajo de los pies de William se abrió de golpe una trampilla, mientras caía al vacío en la multitud notó al pequeño del prostíbulo que sonreía y le decía adiós con los dedos de una mano levantada, los siguiente que escuchó fué el sonido de su cuello rompiéndose...

Ahora William reside en el Cuarto círculo del infierno, atado de pies y manos a un madero prácticamente despedazado, siente como cientos de moscas carnívoras devoran poco a poco sus entrañas, Beelzebub mira pacientemente desde lo lejos, así, se cobra el favor...

Al menos eso es lo que mi madre me ha contado...

William Sanders Jr...

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