viernes, 22 de enero de 2010

Cronicas IV...


África... 1942No era la primera vez que una expedición se internaba en la espesa jungla de Chari, pero si la primera que lo hacían armados, reparar el error que había cometido la expedeción anterior era imposible, aún así, harían cualquier cosa con el objetivo de recuperar la confianza de la tribu Bakú.


Nadie sabía porqué, pero para el Führer era de vital importancia conocer la ubicación exacta de la tribu, para ello, un soldado alemán con la frecuencia personal del Führer les acompañaba.Poco a poco el grupo se abría paso entre la maleza, adentrándose mas y más al corazón de la selva.


En sus ojos pude ver el miedo que los invadía, el que lideraba al grupo cortaba las enredaderas que les salían al paso con movimientos torpes, y a el soldado, el rifle le temblaba entre las manos.Mirando sus rostros pude recordar como hace algunos años habíamos recibido la visita de otros desconocidos, se habían perdido en la jungla, así que les dimos comida, agua y un lugar donde descansar, pero durante la noche, Tenja, el dios de la destrucción se apoderó de uno de los visitantes, éste entro en una choza, tomó a una pequeña y la mancilló. A la mañana siguiente descubrimos a la pequeña desangrada y al hombre junto a ella durmiendo plácidamente.


Nunca antes había pasado algo así dentro de nuestra comunidad, así que no sabíamos que hacer, consultamos al chamán y el nos dijo que había que aplicar el castigo llamado "Bu-mún warí", nunca había escuchado algo así y como hacerlo, si el castigo era tan horrible que nunca antes se había llevado a cabo.Al principio no fue tan malo, asesinamos al sujeto, pero después el chaman nos dijo que había que devorar sus órganos, para que de esa manera el no pudiera reencarnar.Primero el chamán le arrancó el corazón y se lo ofreció al jefe de la tribu, el jefe se acercó y con desagrado tomó el órgano entre sus manos, muy despacio lo acercó a sus labios y mordió, mastico despacio pero de su rostro poco a poco fue desapareciendo la cara de asco para luego aparecer una sonrisa, al ser el hijo del jefe me acerqué y también mordí, había algo extraño en el sabor, una combinación entre dulce y salada que no habíamos probado antes, era... maravilloso...Pronto, los demás miembros de la tribu se fueron acercando para probar también, descubrimos que cada parte del cuerpo tenía un sabor diferente, pero especial, cuando al final solo quedaron los huesos del sujeto, queríamos más, siempre quisimos más...


Aplicamos el castigo incluso a los inocentes, devoramos a los ancianos de la tribu que acababan de morir, el sabor de la sangre se hacía cada vez mas dulce.Un día una mujer fué atacada por una bestia, cuando logramos quitarle al animal de encima, ella ya había muerto, por supuesto devoramos su carne, era muchísimo mas dulce que la de los ancianos, no pudimos esperar a que muriera otra mujer, sin darnos cuenta, habíamos acabado con las mujeres de la tribu, aunque sabíamos que iriamos al infierno por nuestras acciones, nunca sentimos remordimiento alguno.


Saltando un tronco caído por fin el grupo nuevo llego al claro de nuestra aldea, parecía que estaba desierta, pero eso era parte de la trampa, salimos de detrás de los árboles y atacamos, el soldado intentó apuntar su rifle pero fuimos mas rápidos, la tribu estaba tan hambrienta que no esperaron a cocinarlos, se los comían estando aún con vida...Sin darnos cuenta el soldado tomó su radio del cinto, y marcó una frecuencia... es cuchamos una voz que salía de ahí...


"Ich Höre...""Mein Führer...die koordinaten sind Breite 06- Lëmght 66", respondió el soldado...


"Danke... Auf wierdersehen..."


Después, el radio dejo de sonar, escuchamos un rugido, a lo lejos un par de objetos brillantes se acercaba rápidamente, lo último que vimos fue un resplandor blanco, después todo era un infierno de fuego...


Tirado en el suelo de una caverna, siento la calidez de mi sangre derramada, la otra mitad de mi cuerpo está tan lejos de mi que me asusta, ahora siento los pequeños temblores que acompañan las pisadas de una bestia gigante, su calido aliento me eriza los vellos de la nuca, el fue quien devoró a toda mi demás tribu, y ahora parece que es mi turno...Tuj-Mahuk... Tercer Círculo del infierno

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