viernes, 22 de enero de 2010

Crónicas VI...


Frankfurt/Alemania...23/03/1999


Por fin el momento que tanto había esperado había llegado, a pesar de mis constantes argumentos en contra, ponerme los guantes de látex se había vuelto una obligación. Pero eso ya no era importante, lo que valía era que el cuerpo finalmente estaba ahí para mi, depositaron aquella bolsa negra con zipper en la plancha y me dejaron solo, ¿Qué encontraría?, me pregunté, el sudor de mis nervios hacia que los guantes se me pegaran a las palmas de las manos, lentamente abrí la bolsa, una hermosa rubia me devolvía la mirada con los ojos sin brillo y ligeramente abiertos, tenía un cuerpo espectacular, por las marcas en las muñecas deduje que había sido maniatada, los frescos moretones de las piernas y la inusual forma de la posición de éstas me indicaron que había sido violada cuatro, quiza cinco veces.


De nuevo maldije en voz baja a los forenses, ¿quién podia ser tan estúpido como para arruinar un cuerpo tan perfecto de esa manera? Lo amoratado de las mejillas y las marcas de manos alrededor del cuello gritaban que la principal causa de muerte había sido asfixia por suspensión. Esa hermosa joven había sido estrangulada hasta la muerte, realmente no había necesidad de la necropsia y manosear todos y cada uno de los organos.

Pero aquello no era lo peor, como siempre esos malditos perezosos, solo habían hecho un maldito punto de sutura por debajo de esos hermosos senos a la altura de la boca del estómago, con el bisturi corté es punto, no lo pude creer, el cuerpo era hermoso incluso por dentro, perfecta repartición de visceras, la forma de sus pulmones, y su estómago no estaba ni un solo centímetro mas arriba o abajo de lo que debería estar.


Tomé hilo y la aguja en forma de "ese" y con mucho cuidado empecé a suturarla, desde la parte alta del pubis hasta la parte baja del mentón, cada punto intentaba hacerlo mejor que el anterior, el resultado, una sutura perfecta, digna para una crítica de cualquier cirujano ya que los puntos ni siquiera se notaban, me sentí tan orgulloso de mi trabajo que me di unos minutos para encender un cigarrillo, quería que el tiempo trancurriera mas lento de lo habitual, pero calada tras calada mi cigarrillo se consumía mientras admiraba a la joven, no pude esperar más, aunque quedaban un par de caladas, dejé caer el cigarrillo, la suave brisa que soplaba lo apagaría por mí.


Lo siguiente fue tan sencillo como siempre lo había sido, la diferencia para con este caso tan especial fue que me tomé el tiempo para hacer el corte mucho mas pequeño, solo obtuve una pequeña porción de la femoral y con todo el cuidado del mundo dejé llenar su cuerpo de formol, como lo había conseguido en innumerables ocasiones anteriores la embalsamación fue simplemente perfecta. Tuvieron que pasar unos minutos mas para darme cuenta de que estaba enamorado de esa mujer.


Tomé una manguera y me dispuse a lavar su cuerpo, cuando la fragancia de su cabello inundó mi nariz, tuve una erección, ya no podía esperar para terminar.


-¡¡¡Schneider!!!-


El llamado de mi compañero me sacó del embelese, no hay nada que odie más que ser interrumpido mientras trabajo, le di a la mujer un beso en la mejilla y le susurre en el oido que volvería..., de muy mala gana acudí al llamado de mi compañero. Tuve la oportunidad de conocer al esposo de Frau Nicole (mas tarde me di a la tarea de saber su nombre) era un tipo aunque no muy mal parecido, un completo idiota, lloraba en silencio y la voz le temblaba al hablar, no pude creer que aquel remedo de tipo que se derrumbaba con tal facilidad pudiera ser su esposo, Nicole necesitaba a un hombre de temple fuerte como yo, aquel sujeto realmente se merecía a la vieja bruja que por azar del destino tuve la desdicha de hacer mi esposa...


Mis pensamientos divagaban de vuelta en el anfiteatro, el esposo hablaba anímicamente y me hacia especificaciones a las que no prestaba atención y solo respondía afirmando con la cabeza.


Por fin regresé con Nicole, podía terminar lo que había empezado, me preocupe en seleccionar una fragancia de jazmín que me reservaba para ocasiones tan especiales y que me gusta tanto. Al terminar me di cuenta de que mi deseo no podía esperar más, tomé un termómetro y lo introduje en su vagina... 36.6º C, la temperatura perfecta, a solo un par de horas de la muerte estuve seguro de que disfrutaría al hacerla mía como si estuviera dormida ya que el rigor mortis no se había presentado aún.

Le hice el amor, casi cuatro veces, ver su cabello moverse al ritmo de mis embestidas me excitaba cada vez mas, por supuesto todas la veces terminé dentro de ella.


Después tuve cuidado al vestirla, cuando la maquillé noté que le quedaria perfecto un tono carmin claro para sus labios, quedo preciosa, la deposite en el ataud y le di un largo beso en los labios, me prometí a mi mismo y a ella que jamás la olvidaría...


Paul Schneider...


Continúa...


Berlín 31/03/1999


El día transcurrió muy atareado, desperté temprano y tome cereal y un poco de fruta como desayuno, desgraciadamente me tocó descansar del trabajo, en fin, como no depende de mí decidí tomarme el día para hacer unas compras, lo que hacía falta en el trabajo, un poco de algodón, maquillaje, y un liquido nuevo de reconstrucción que conseguí como oferta especia y no puedo esperar para utilizar.


Aproveché el día para visitar al doctor y hacerme un chequeo rápido, me tomó una muestra de sangre y decidí que entre esperar en un hospital o pasar la tarde con mi estúpida mujer prefería esperar.


Cuatro horas después, recibí el resultado, aunque debo admitir que me sorprendí mucho, el resultado no me atemorizó en lo absoluto, al parecer mi muerte es inminente, por el momento es solo VIH, el doctor dijo que para cuando se volviera SIDA sufriría dolores infernales y hemorragias masivas.


Mi mujer es tan horrible que no tiene nada que ver con esto y aunque estoy seguro que Nicole es la responsable no le guardo ningún rencor, ya que lo que tuvimos a falta de otra palabra para describirlo fue maravilloso.


En cuanto a la muerte se refiere, me importa nada, me veria muy afectado si perdiera mi trabajo por alguna razón, pero mientras eso no suceda me prometí que lo disfrutaría al igual que lo he hecho siempre hasta el ultimo de mis días...


Paul Schneider...


Páginas tomadas del diario personal de Schneider, usadas como evidencia para el juicio que se celebro cuatro años después, purga cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad de Berlín, aquellos que saben un poco del tema, aseguran que le tienen un lugar muy especial en el sexto circulo del infierno.

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